La construcción de una alberca en casa es un sueño que muchos quieren cumplir, debido a que es un gusto para toda la familia, y que además sube la plusvalía de una propiedad. La elección del tamaño y profundidad de la alberca va en función de tres factores principales: el uso, el espacio y el presupuesto. Por supuesto que se deben realizar diversos estudios topográficos antes de comenzar con el proyecto, sin embargo, por razones obvias los mejores tipos de superficies para construir una alberca son las lisas. 

Existen albercas desmontables que pueden ser una opción cuando no se cuenta con un alto presupuesto. No requieren de ninguna excavación y solamente es necesario armarlas, colocarlas sobre el piso y llenarlas de agua. Las hay en diferentes tamaños y formas, y por lo regular son fabricadas de plástico muy resistente, y otras de mayor calidad son fabricadas con estructuras de acero.

Las albercas fijas hay de dos tipos: las prefabricadas y las de concreto. Las primeras están diseñadas para montarse con una serie de accesorios que van a simular como si fueran albercas fijas. Son más económicas en comparación de las fabricadas de concreto, y vienen en figuras ya predeterminadas.

Las albercas de concreto son las indicadas cuando se desea crear un espacio en particular, con diseño arquitectónico, equipos de filtración permanentes y accesorios especiales.

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